Manejo de Viveros de Fresa en México


Julio, 2018

Autor: Equipo Editorial INTAGRI

La propagación comercial de las plantas de fresa se hace de forma asexual (clones), mediante la multiplicación de estolones a partir de una “planta madre”. En la actualidad se cuenta con dos sistemas de producción de plantas de fresa a través de viveros, uno es la producción de planta a raíz desnuda y el otro es el de planta en cepellón. Sin embargo, en ambos sistemas se necesita iniciar con material vegetal (plantas madre) sano y genéticamente identificado, con características definidas.

Plantas madre

El proceso para obtener plantas madre se realiza mediante el cultivo in vitro de meristemos, el cual se describe brevemente a continuación:

  1. Colecta y selección de plantas de cierta variedad, con características definidas y de interés comercial.
  2. Extracción de meristemos de las plantas seleccionadas.
  3. En laboratorio estos meristemos, en condiciones asépticas, son colocados en medios de cultivo (sustancias y nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas) dentro de recipientes de vidrio.
  4. Una vez que se tienen plantas completas, estas son cambiadas a un sustrato. Cuando ya se tiene un mayor desarrollo, son trasladadas a un espacio protegido de plagas y enfermedades y trasplantadas a un contenedor más grande. Con esto se establece un grupo o “bloque fundación”.
  5. Se establece un “bloque de incremento”, donde las plantas que se obtienen del bloque de fundación son llevadas a condiciones de campo para su reproducción a través de estolones durante un ciclo.
  6. Las plantas obtenidas del bloque de incremento, llamadas en este artículo como plantas madre, son establecidas en los viveros comerciales para producir las plantas empleadas por los productores.

La obtención de plantas madres son realizadas en su mayoría en EE. UU., concretamente en el estado de California debido a que las variedades más comerciales siguen siendo obtenidas por Universidades de ese país. Algunos lugares en México realizan esta labor, no obstante no suelen cubrir la demanda de planta madre en el país.

Estructura de planta de fresa.

Figura 1. Morfología de una planta madre de fresa.

Fuente: Modificado de Bolda et al., 2015.

Origen de las plantas. La propagación de las variedades comerciales ya sea para obtener plantas madre o plantas que se establecerán en la producción de fruta, debe contar con el permiso del obtentor para dicha labor. Este permiso también garantiza que el vivero responsable ofrezca planta certificada, otorgando mayor confianza al productor.

Vida útil. Las plantas madre se utilizan una sola vez como material para obtener plantas a raíz desnuda o cepellón, esto debido al fuerte desgaste que sufren, lo cual compromete la calidad de las plantas hijas para un segundo ciclo.

Sanidad. De forma generalizada, los viveros comerciales se encargan de analizar la planta madre que es recibida mediante análisis fitopatológicos para descartar cualquier enfermedad que pudiese afectar su desempeño. Asimismo, previo a su establecimiento son tratadas con fungicidas de contacto y sistémicos, para posteriormente inocularla con hongos benéficos como son micorrizas y Trichoderma spp. Las plantas madre son enviadas desde los viveros de California bajo temperaturas de -2 a 0 °C, con el propósito de conservarlas y evitar el desarrollo de enfermedades.

Vivero de planta a raíz desnuda

Del 90 al 95 % de los productores de fresa en México emplean planta a raíz desnuda para establecer su cultivo. El vivero convencional, o del que se obtienen plantas a raíz desnuda, se realiza en suelo, contando o no con estructuras protectoras como son macrotúneles, con cubierta plástica o mallas sombra:  

Suelo. Se recomienda contar con suelos arenosos (60-70 %) para favorecer el enraizamiento de “plantas hijas” y el drenaje, evitando inundaciones y problemas de enfermedades. El pH debe estar cercano al neutro (6 a 7). Es necesario que previo a la plantación se realicen análisis fitopatológicos y de fertilidad del suelo, para con ello establecer la necesidad u omisión de prácticas (enmiendas al suelo, biofumigación, inoculación de Trichoderma spp. o micorrizas, fertilización, entre otras).

Ubicación. Es importante que tenga una estacionalidad marcada en relación al fotoperiodo (largo del día), pues se busca que la planta responda con abundante emisión de estolones, prefiriendo para ello días largos. La temperatura es otro factor muy importante, pues para una abundante emisión de estolones se requiere de temperaturas mayores a los 15 °C. Adicionalmente, debe estar ubicado en zonas aisladas, es decir, no estar cerca de plantaciones comerciales de fresa.

Fecha de plantación. Dependen mucho del suministro de la planta madre por viveros ubicados en California, EE. UU., quienes se encargan de multiplicar las variedades patentadas. De forma general, se menciona que idealmente deben ser importadas o suministradas en los meses de enero, febrero y marzo para su establecimiento. Para tener planta lista a partir de agosto a septiembre, meses en los que establecen los productores el cultivo en la principal zona productora de México (Michoacán y Guanajuato). Bajo este sistema pueden obtenerse de 800 mil a un millón de plantas hijas.

Variedades. Aunque la elección de una u otra variedad se correlaciona directamente con la demanda en el mercado, también es cierto que existen diferenciales en la productividad de estolones por parte de estas. Un ejemplo de lo mencionado anteriormente es la productividad de la variedad Festival, con un millón de nuevas plantas producidas por hectárea, frente a las 600 o 700 mil plantas que produce San Andrés.

Trasplante. De acuerdo al grado de tecnificación este puede realizarse manualmente o mediante el empleo de maquinaria específica y de precisión. Se realiza en camas de siembra o surcos previamente preparados y en donde las planta madre, una vez establecida, emite estolones, generando “plantas hijas” en los laterales de estas camas o surcos.

Riego y fertilización. El sistema de riego más utilizado es por aspersión, el cual simula la caída de lluvia. Se emplea agua con baja conductividad eléctrica. El manejo del nitrógeno es importante debido a que la aplicación excesiva, lejos de ayudar por el crecimiento vegetativo que produce, ocasiona una descompensación en la maduración de las plantas hijas (pocas reservas en la corona), llegando a tener problemas al momento de su establecimiento en campos de producción de fruta.

Fitosanidad. Hoy en día existen muchas alternativas de control para dichos organismos, y en el caso de vivero de fresa debe establecerse medidas estrictas para no proveer plantas con problemas sanitarios. Previo a la entrega de planta, se aplican fungicidas de contacto y sistémicos para controlar cualquier enfermedad, así como realizar análisis fitopatológicos que garanticen una planta libre de plagas y/o enfermedades. Asimismo, en los viveros se suele inocular a las plantas con micorrizas y Trichoderma spp.

Vivero de fresa convencional.

Figura 2. El vivero de planta a raíz desnuda se realiza en suelo, generalmente con alto porcentaje de arena.

Fuente: González, 2017.

Maduración de la planta. Una vez que se constata un buen desarrollo de raíces y reservas en la corona, así como el que hayan transcurrido al menos 6 meses desde el establecimiento de la planta madre en el vivero, se procede a inducir la maduración de las plantas de manera artificial. Dicha maduración se realiza al aplicar productos a base cobre, calcio, boro y/o algunas hormonas (de 3 a 5 aplicaciones cada tercer día) para intoxicar a las plantas y con ello detener el crecimiento vegetativo de las mismas, provocando la retranslocación de nutrientes y carbohidratos (almidón) a las raíces y coronas. Antes de cosechar se inspecciona la coloración de las hojas o al analizar la corona, en este último caso procurando que las coronas alcancen de 12 a 16 grados Brix (ºBx). Esta maduración debe realizarse entre los 30 a 45 días previos a la fecha de cosecha. Una planta madre llega a producir de 30 hasta 80 plantas hijas.

Cosecha. Después de conseguida la maduración de las plantas, se deshojan mediante maquinaria. Posteriormente con una cosechadora de estrellas se extraen las plantas con toda su raíz, de aquí también la importancia de contar con suelo arenoso. La planta es trasportada en remolques de forma inmediata al empaque para evitar, en la medida de lo posible, su deshidratación por el viento o altas temperaturas. De forma general, la cosecha se realiza en horas frescas del día, incluso durante toda la noche (23:00 a 08:00 horas), donde la temperatura suele encontrarse entre 15 a 20 °C.

Empaque. Al momento de llegar al empaque las plantas son seleccionadas, con base a su diámetro de corona (>8 mm), sanidad (libre de plagas y enfermedades), coloración de raíces (color amarillento, no obscuro, ni blancas), volumen y longitud de las mismas (>10 cm). Entre un 65 a 70% de las plantas cosechadas son seleccionadas con buena calidad. Después de la selección, se forman manojos de 20 plantas, dichos manojos son colocados en bolsas plásticas y cada bolsa dentro de una caja plástica con aberturas para un mejor enfriamiento. Dentro de cada bolsa son colocados 30 manojos. Con este tipo de empaque se puede conservar a la planta por hasta 5 días después de la cosecha a una temperatura de 2 a 4 °C. Es recomendable que el tiempo entre la cosecha y el almacén de la planta en cámaras frigoríficas sea de entre 30 a 45 minutos. Es importante mantener la cadena de frio, una vez que se cosecha, para conservar a la planta íntegra hasta poco antes de su trasplante y sin problemas de enfermedades.

Vivero de planta en cepellón

En los últimos 5 años la planta en cepellón ha tomado gran relevancia dentro de la propagación de la fresa, garantizando una mayor sanidad, precocidad y uniformidad en las nuevas plantas. Suele generarse en menor tiempo que la planta a raíz desnuda, evitando a su vez el uso de desinfectantes al suelo.

Infraestructura. En este tipo de vivero se emplean invernaderos o casas sombra, según sean las condiciones climáticas. De igual modo se utilizan canaletas suspendidas, dentro de las que se coloca el sustrato y las plantas madre.

Establecimiento planta madre. Las plantas madre son establecidas sobre bolis con fibra de coco, por lo tanto, la producción de planta en cepellón se hace en hidroponía. La fecha de establecimiento, contrario a los viveros de planta a raíz desnuda, no está determinada por la entrega de planta madre de los viveros de California, EE. UU., sino que se establece con base a la fecha que el cliente la requiere para establecer en campo (julio a septiembre u octubre). Al no estar en contacto con el suelo se garantiza mayor sanidad y calidad de las nuevas plantas (plantas hijas). En este tipo de vivero se dejan desarrollar a los estolones de forma suspendida, formando una especie de “cortinas” en los laterales de la canaleta. Las “cortinas” de nuevas plantas se tienen desarrolladas en tres meses a partir del establecimiento de la planta madre y se cosechan un mes después, es decir, si se requiere planta para julio o agosto debe establecerse la planta madre en los meses de febrero o marzo. Bajo este sistema se pueden lograr a obtener hasta 2 millones de plantas por hectárea y permite programar el establecimiento con base a la fecha de entrega.

Extracción de plantas. El momento de extraer las plantas hijas de la planta madre se realiza cuando se visualiza un callo en dichas plantas, síntoma inequívoco de que está a punto de brotar la raíz. Al momento de cosechar las plantas hijas de las cortinas deben ser clasificadas con base en los días de desarrollo, es decir, hablando en términos coloquiales, deben agruparse las plantas hijas, nietas, bisnietas, y así sucesivamente conforme haya sido su emisión por parte de la planta madre. Esta clasificación permite uniformizar a las plantas, en cuanto a maduración, tamaño y cantidad de reservas se refiere.

Enraizamiento. Cada grupo de plantas (hijas, nietas, bisnietas, etc.) son enraizadas dentro de túneles individuales, dado que el tiempo de enraizamiento difiere entre cada grupo de plantas, lo cual es otra de las razones para agruparlas de esta forma. Para el enraizamiento se aplica un tratamiento con frío, además de algunos reguladores de crecimiento, como pueden ser las auxinas, junto con otros productos (calcio, fósforo o triptófano). Cada planta es colocada dentro de una cavidad de las charolas empleadas para el enraizamiento y formación de cepellón, las cuales se encuentran llenas de turba (peat moss); dichas charolas pueden ser de 54 a 77 cavidades, dependiendo del tamaño de cepellón que se desee. Una vez que se asegura el enraizamiento se puede inocular la raíz con micorrizas o Trichoderma spp. Al entregarle al productor plantas con cepellón, se le garantizan plantas vivas y con crecimiento de raíces activo. El periodo que transcurre desde la cosecha o extracción de las plantas hijas hasta que se tienen plantas completas con cepellón es de tres a cuatro semanas aproximadamente.

Túneles de enraizamiento. Los túneles por otra parte, además de proteger a las nuevas plantas de plagas, enfermedades y condiciones climáticas, cumplen la función de ir aclimatando a la planta a las condiciones de campo en las que se establecerá. Se inicia con una humedad relativa cercana al 100 %, reduciéndola conforme avancen los días, manteniendo una temperatura de entre los 25 a 30 °C. El sustrato por otro lado deberá mantenerse húmedo en todo momento, sin llegar a los excesos.

Vivero de fresa en canaletas suspendidas.

Figura 3. En el vivero de plantas en cepellón se deja que la planta madre emita estolones en los laterales de las canaletas formando especies de “cortinas”.

Fuente: Argote, 2017.

Variedades. Al igual que a raíz desnuda, la elección de una determinada variedad estará determinada por la demanda que estas tengan por parte de los productores y el mercado. Bajo este sistema se producen todas las variedades de interés comercial, ya que no se han encontrado diferencias significativas al momento de la producción de nuevas plantas.

Fitosanidad. Conocer las tolerancias y susceptibilidades a enfermedades sin duda es una gran herramienta al momento de establecer un programa de manejo de las mismas. Además, el contar con una barrera (invernadero o túneles) que aislé a la planta del medio externo parcialmente es una medida de control preventiva muy efectiva para plagas si se tienen las precauciones pertinentes. Es indispensable realizar análisis fitopatológicos de laboratorio a las plantas previo a la entrega para garantizarle al productor la entrega de plantas libres de problemas fitosanitarios.

Cita correcta de este artículo

INTAGRI. 2018. Manejo de Viveros de Fresa en México. Serie Frutillas, Núm. 27. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 6 p.

Fuentes consultadas

  • Argote, H. C. 2016. Manejo de Viveros para el Cultivo de Fresa. En Sesión del Diplomado Internacional en Cultivo de Berries. Intagri. México.
  • Argote, H. C. 2017. Manejo de Viveros para el Cultivo de Fresa. En Sesión del Diplomado Internacional en Cultivo de Berries. Intagri. México.

 

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