La fertirrigación es la técnica que ha permitido hacer más eficiente el uso de los recursos hídricos y nutrimentales (fertilizantes) en los cultivos, y la piña no es la excepción. Lo anterior, se ha logrado gracias al fraccionamiento de las cantidades de agua y nutrimentos aplicados, lo que hace un uso más eficiente de estos recursos por parte de las plantas.
La papaya (Carica papaya L.) es un cultivo frutícola de regiones tropicales y subtropicales. A nivel mundial la superficie sembrada es de aproximadamente 400 mil hectáreas, de las cuales se producen más de 12 millones de toneladas; la mayor parte de la producción se concentra en Asia y América. El conocimiento de la interacción de la papaya con factores ambientales como luz, viento, agua y características del suelo, es necesario para maximizar el rendimiento de este cultivo.
El sistema radicular de la piña es muy superficial, por lo que si se realizan las adiciones de hongos micorrízicos, las plantas pueden alcanzar a explorar mayores profundidades del perfil del suelo. En un trabajo realizado bajo un sistema de riego por goteo y empleando en un lote hongos micorrízicos (tratamiento) y en otro lote solo riego (testigo), se pudo observar la diferencia en el volumen alcanzado en el sistema radicular.
El consumo de aguacate a nivel mundial tiene un crecimiento anual del 3 %, demanda que no está siendo satisfecha y que significa una gran oportunidad comercial para los productores. Actualmente, diferentes países y regiones de América Latina están incursionando en la producción de aguacate, sin embargo, el principal desafío es lograr un cultivo sustentable.
El cultivo de aguacate o palto se produce en más de 60 países, donde los principales productores son: México, Chile, República Dominicana, Indonesia, Perú, Colombia, Brasil y Estados Unidos de América; en conjunto estos países aportan más del 60 % de la producción mundial. Latinoamérica es la región que concentra la mayor superficie de producción de aguacate en el mundo, así como la región con mayor volumen de exportación.
El injerto es la unión de dos partes de tejido vegetal viviente, de tal manera, que crecen y desarrollan como una sola planta. Una de las problemáticas más importantes que resuelve el injerto en el aguacate, debido a su distribución en casi todas las zonas productoras del mundo, es la pudrición de la raíz causada por Phytophthora cinnamomi.
En las regiones aguacateras de México se encuentran varias especies de insectos del orden Hemiptera (chinches, moscas blancas, psílidos, escamas, chicharritas, etc.), cuyo aparato picador-chupador les concede una alta capacidad para trasmitir patógenos, por lo que su conocimiento taxonómico y biológico es indispensable para la implementación de un programa de manejo integrado en el cultivo de aguacate.
Un árbol de aguacate puede llegar a tener hasta un millón de flores, produciendo por inflorescencia de 200 a 900 flores y de cada mil flores sólo se cosechan de 1 a 3 frutos. En aguacate, como en otros tantos frutales, el manejo de su floración mediante prácticas adecuadas es la clave para obtener elevadas producciones.
La producción de limón en México está representada por tres principales variedades cultivadas; estas son: limón persa o sin semilla (Citrus latifolia), limón mexicano, verde o amargo (Citrus aurantifolia) y limón amarillo o italiano (Citrus lemon). Actualmente los estados con mayor producción son: Veracruz, Michoacán, Oaxaca y Colima, que en conjunto aportan el 75 % de la producción nacional.
Este congreso reúne a especialistas con amplia experiencia práctica en bioestimulación de cultivos. Se abordarán aspectos fundamentales para entender los procesos fisiológicos y hacer una bioestimulación estratégica del enraizamiento, cuajado y desarrollo de frutos que mejore los rendimientos y calidad. Se compartirán experiencias en el uso de diferentes productos bioestimulantes con diferentes cultivos, estrategias para el manejo del estrés vegetal y uso de nuevas sustancias para la bioestimulación.